miércoles, 15 de julio de 2009

Nada que decir

Parece que no pasa el tiempo y los días se van sucediendo vertiginosamente, de repente es viernes por fin, de golpe otra vez lunes...por desgracia el lunes siempre llega y llega, y vuleve a llegar. Mis días van pasando cuajados de madrugones, de insomnio, de raciones de ocho horas de restauración en un andamio con mi odiado arnés sujétandome a una barra de acero, de miedo a la cuesta de mi casa y al jodío embrague del coche, y con ganas de yo qué sé, pero de nada de lo que estoy haciendo.
Sé que parece demasiada desgana, pero últimamente no estoy motivada para nada, se habrá notado en el mes y pico que llevo sin escribir ni una sóla letra, ni en éste ni en mis otros blogs.
Ahora mismo sólamente me apetece un paréntesis de esos del kitkat, tirada al borde del mar, perdida en cualquier pueblecito de muy, muy lejos, o simplemente echándome la siesta como un gato en cualquier rinconcito tranquilo, pero que sea una siesta largaaa... (a ver si hasta el lunes me cunde con el dormir ^^)